martes, 28 de octubre de 2014

Especial Halloween: Historias para no dormir....

Estamos en la semana del miedo. Llega Halloween!!!! Hoy os traigo dos historias de casas encantadas que posiblemente no conozcáis. 

Si sois seguidores del blog, ya sabréis de mi interés por las casas con historia, ya he mencionado en algún post que hay bellezas que ocultan tras sus paredes leyendas de amor y desamor, vidas pasadas que han quedado impregnadas entre sus muros. En alguna ocasión en la que curioseaba sobre el tema me topé con estas historias terroríficas e inquietantes, lugares encantados en las que sus propietarios dejaron una huella tan fuerte e intensa que aún permanece latente. ¿Preparados? Hoy historias para no dormir.



La historia comienza en Jamaica, en la plantación Rose Hall en Montego Bay cuando John Palmer, un joven terrateniente, conoció a la angelical Annie Mae Patterson. Embelesado por su encanto la haría su esposa al poco tiempo, pero la felicidad no duro mucho y es que tras ese rostro inocente se escondía un alma fría y calculadora. Annie asesinó a su marido acuchillándolo mientras dormía (otras versiones dicen que le arrojó aceite hirviendo en el oído) y ordenó sellar su habitación. Después de él vendrían dos maridos más que correrían la misma suerte: el segundo fue envenenado y el tercero estrangulado.

Dentro de la plantación se instaló el reino del terror, Annie era sanguinaria y cruel, no dudaba en torturar y matar a sus exclavos y a todo aquel que la desafiara o se cruzara en su camino. Satisfacía sus deseos carnales con sus trabajadores y cuando terminaba con ellos los mandaba asesinar en los sótanos de la mansión. Mandó instalar cepos por toda la finca y perseguía a caballo a los que no cumplían el toque de queda, para luego golpearles con el látigo y marcarles a fuego. Pero su sadismo no quedaba ahí, dicen que realizaba ritos de vudú con los que se ganó el nombre de "bruja blanca", aprendidos en su infancia en Haití y que, incluso, realizó sacrificios de niños para sus rituales.


Cuando el parlamento británico votó por la abolición de la exclavitud las revueltas llegaron a Rose Hall. El odio y la impotencia acumulada durante años hicieron que en 1830 varios insurrectos entraran en la Mansión y mataran a Annie Palmer, desfigurando su cadáver y tirándolo por la ventana.

Sus restos fueron enterrados por un vecino en una tumba sin nombre y marcado con tres cruces en los lados para contener su poder. Tan sólo se dejó un lado vacío por cual, según la leyenda, su alma puede vagar libremente.

Hoy Rose Hall es una atracción turística ya que es una de las plantaciones mejor conservadas del siglo XIX. Sus estancias se han mantenido prácticamente igual a como estaba cuando Annie Palmer recorría sus estancias. Lo curioso del tema es el testimonio de los trabajadores que rehabilitaron la finca, los cuales denunciaban sonidos y golpes extraños que ocurrían en la casa y, lo más inquietante, manchas de sangre que habían aparecido en la que era la habitación de John Palmer. Además, son numerosos los los testigos que aseguran sentir la atmósfera opresiva y ver presencias fantasmagóricas en la casa, especialmente, en un espejo en el que cuando te fotografías aparecen figuras que no deberían estar allí (prueba de ello son las ciento de fotografías que los turistas han capturado y remitido a Rose Hall para demostrarlo)

Quizás la viuda negra haitiana sigue vagando en busca de sangre o sufrimiento porque su alma no puede encontrar la paz o tal vez son presencias de aquellos desgraciados que tuvieron el terrible destino de cruzarse en su camino. ¿Quién sabe? Un misterio más de los muchos que hay....



38 años contruyendo una casa, un auténtico laberinto en el que hay escaleras que no sube n a ningún piso, habitaciones secretas o puertas detrás de las que sólo hay una pared o el vacío. El objetivo: despistar a los espíritus de los pobres desgraciados que murieron con las armas creadas por la familia Winchester.

Pero empecemos por el principio: En 1857, la familia adquirió la compañía que fabricaba el Volcanic Repeater, un rifle de repetición que mediante una palanca cargaba las balas en la recámara. Se decía que en manos expertas podía hacer un disparo cada tres segundos, y se convirtió en primer rifle de repetición y en el arma favorita de los ejércitos de la Unión durante la Guerra Civil Americana.

Con una creciente fortuna el heredero, Oliver Winchester, contrajo matrimonio con la joven Sarah, hija de una familia acomodada de New Haven. Cuatro años más tarde, el 15 de julio de 1866, Sarah dio a luz a una niña, Annie aunque la felicidad duró poco ya que unos días después la niña falleció. Sarah se encerró en sí misma incapaz de recuperarse del terrible golpe del destino. Sólo con el paso del tiempo fue superando su pena, pero incluso entonces la vida le dio un revés: su marido murió de tuberculosis el día 7 de marzo de 1881.

Heredera de una inmensa fortuna, Sarah buscó consuelo para aliviar en la intervención de una medium quien le aseguró que su familia estaba maldita por la creación del rifle. El arma había arrancado miles de vidas y ahora estas almas vagaban buscando venganza.  La medium le aconsejó comenzar una nueva vida, una nueva casa para ella y para los espíritus errantes. Si paraba de construirla ella moriría.

  
En 1884 llegó al valle de Santa Clara y allí compró una casa de seis habitaciones y 162 acres de terreno y comenzó a construir. Cada día se contruía algo nuevo y nunca se paraba: 38 años de obras en los que se levantaban habitaciones, escaleras imposibles, puertas que no llevaban a ningún sitio, torres y pasadizos... Siete plantas de casa que la gente veía como una excentricidad de una mujer con demasiado dinero.

Durante el Gran Terremoto de San Francisco, en 1906, varias partes de la mansión quedaron en ruinas, pero apesar de los daños y de que ciertas partes se clausuraron, las obras continuaron. Encerrada en su soledad, Sarah sólo pensaba en una cosa de manera obsesiva: seguir contruyendo.
 
El 4 de setiembre de 1922, Sarah murió mientras dormía a la edad de 83 años. La casa fue vendida por su sobrina a un grupo de inversores, quienes cuando fueron a visitarla quedaron extenuados por la descomunal e impomsible contrucción: contaron 160 habitaciones y unas 467 puertas.  
 
Hoy en día, la casa ha sido declarada patrimonio histórico por el gobierno de California y sirve de reclamo turístico. Son muchos quienes aseguran oir ruidos extraños o ver luces misteriosas, pruebas de que los espíritus del rifle siguen rondando la mansión. Obsesión, locura, excentricidad... pero aún hoy el secreto de la Casa Winchester sigue sin ser desvelado....


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