Cuando la ropa comienza a menguar, también aparecen nuestros defectillos, aquellos que permanecen ocultos y a salvo de nuestras miradas escrutadoras. Porque reconozcámoslo, nosotras mismas somos nuestras peores críticas. Y como cada año vuelve la terrorífica celulitis, aquella que no perdona y que se instala en nuestras piernas y glúteos y se resiste a abandonarnos.
La celulitis afecta al 80 % de las mujeres y, al contrario de lo que se pueda pensar, el peso no es un factor determinante para padecerla (mujeres muy delgadas pueden presentarla y otras de más peso no) Su aparición está relacionada con las hormonas y la acumulación de líquidos. Un mala circulación hace que las toxinas no se eliminen debidamente y la unión de éstas, con el agua y la grasa favorece que aparezca la insufrible piel de naranja. El tejido de nuestra piel queda acolchado con una apariencia de surcos.
La pérdida de peso no conlleva la desaparición de la misma y lamentablemente aún no existe un remedio eficaz para eliminarla definitivamente, si hay tratamientos que la mejoran de forma temporal, pero como el hijo prodigo: vuelve!! La liposupción, la cavitación.... son soluciones que durante un tiempo nos pueden librar de ella, pero no cantéis victoria, el método definitivo no existe.
La falta de ejercicios, una alimentación inadecuada, largos periodos de tiempo en postura sedimentaria... pueden favorecer su formación. En mi caso, fue a partir de dar a luz cuando apareció instalándose en la parte trasera de mis muslos y no sólo eso. Con el embarazo cogí 14 kilos y parte de ellos aparecieron en mi espalda en forma de celulitis. Jamás pensé que la piel de naranja pudiera darse ahí, pero sí!!! Afortunadamente ésta desapareció por completo con la lactancia materna, pero la de los muslos se quedó conmigo para hacerme compañía. Desde entonces busqué remedios para mejorarla y probé varias cremas de farmacia que no me dieron resultado. Decidí entonces buscar otras opciones y comencé a usar los productos de Shiseido y de verdad que, a día de hoy, no los cambio.
La falta de ejercicios, una alimentación inadecuada, largos periodos de tiempo en postura sedimentaria... pueden favorecer su formación. En mi caso, fue a partir de dar a luz cuando apareció instalándose en la parte trasera de mis muslos y no sólo eso. Con el embarazo cogí 14 kilos y parte de ellos aparecieron en mi espalda en forma de celulitis. Jamás pensé que la piel de naranja pudiera darse ahí, pero sí!!! Afortunadamente ésta desapareció por completo con la lactancia materna, pero la de los muslos se quedó conmigo para hacerme compañía. Desde entonces busqué remedios para mejorarla y probé varias cremas de farmacia que no me dieron resultado. Decidí entonces buscar otras opciones y comencé a usar los productos de Shiseido y de verdad que, a día de hoy, no los cambio.
Hay que tener claro que los milagros no existen y que unos buenos resultados se consiguen siendo constante (mañana y noche), bebiendo mucha agua y completándolo con ejercicio y una buena alimentación.
Los productos de la línea Body Creator son fabulosos y al poco tiempo de usarlos ya notas la mejoría. La piel está más tersa y, poco a poco, se va quitando el acolchamiento. Yo he estado usando un par de años el Advanced Body Creator Aromatic Sculpting Gel, una crema de efecto frío y un maravilloso aroma. Su precio ronda los 50 euros.
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