viernes, 31 de julio de 2015

Los siete pecados capitales de las vacaciones



Que tire la primera piedra quien esté libre de pecado. El verano saca lo mejor y lo peor de nosotros mismos, errores  comunes que todos cometemos en la época estival y que hay que intentar evitar (o no). Somos humanos y nos equivocamos, pero esto puede generar que las tan ansiadas vacaciones no sean tan brillantes como esperabas. Estos son los siete pecados capitales de las vacaciones:


Uno de los primeros pecados en manifestarse y es que, muchas veces, parece que en lugar de irnos de vacaciones nos mudamos de casa.  Sobre todo las mujeres pecamos en el exceso de equipaje  obsesionadas por dos palabras: “…por si…” (Por si llueve, por si voy de cena, por si necesito unos zapatos que no me he puesto en los últimos ocho años….) El género femenino en esto se lleva la palma!!!. Levantad la mano quienes se haya llevado ropa en vacaciones que luego no se ha puesto. ¿Muchas no? pues eso. No pequéis de avariciosas. Meted en la maleta cosas que os gusten y que usáis normalmente y dejad un espacio disponible para las posibles compras, que siempre cae algo.





Da igual que durante años nos hayamos tragado los idílicos capítulos de "Vacaciones en el mar", donde todos se enamoraban y vivían romances maravillosos. Todo mentira!!! El periodo vacacional es la época del año en el que más se discute. Hay numerosos estudios que demuestran que muchas parejas se rompen durante el verano. ¿Los motivos? Están claros: Nunca pasas tanto tiempo con ella como cuando estás de vacaciones, así que es normal que choques en algún momento. Además, los viajes pueden generar tensiones  y ser estresantes en determinados momentos (aeropuerto, momento maleta (recordad la avaricia….), ojitos que se van donde no deben, etc)
La solución: puff, complicado. Hay que intentar tomarse  las cosas desde un punto de vista más tranquilo, evitar los conflictos directos que pueden acabar peor de lo que empezaron y muchaaaaa, pero mucha paciencia.





¿Compartes cada paso que das en vacaciones en redes sociales? Pues no lo hagas porque eres un cansin@!!!!
La soberbia se manifiesta publicando tu maravillosa vida  vacacional para tortura de los demás. No está mal subir una foto para tus contactos o escribir alguna cosilla destacable, pero estar a cada instante mostrando lo que haces cansa y quema a tus contactos (mucho más si ellos aún están trabajando) Además, tú pensarás que tú vida es genial pero a la gente no le interesa saber que te vas a comer un sandwich, que estás haciendo cola en el aeropuerto o que te has sacado un moco. Basta!!! No es tan interesante como tú te crees y lo sabes… Deja de buscar el “Like” fácil y comparte momentos que realmente merezcan la pena.






335 días esperando el mes de vacaciones y cuando llega nos come la pereza. Es cierto que es un momento para el descanso y el relax, pero pasan tan rápido que ni te enteras. Mueve el culo y exprime cada instante al máximo. Aprovecha el tiempo no sólo para tirarte a la bartola, sino para esos pequeños placeres que normalmente no haces por falta de tiempo.






Nos vamos de hotel y nos ponen esos maravillosos buffets repletos de delicatessen. Es imposible decidir entre tanta variedad y cogemos un poco de todo!!!  Así cometemos otro de los pecados capitales vacacionales: la gula. Engullimos más de la cuenta porque como estamos de vacaciones, relajados, pues nos excedemos. El retorno trae consigo el remordimiento del pecado cometido, con el que los gimnasios hacen su agosto del año siguiente. No tiene sentido matarnos con la operación bikini si lo vamos a echar por tierra nada más llegar a la playa.  Se puede disfrutar sin excederse y sin que nuestra figura sufra las consecuencias.






Olvídate!!! por mucho que lo intentes siempre habrá alguien más divino que tú. La envidia es muy mala y en muchos casos inevitable. Cuando eres mamá te dejas el glamour atrás,  siempre llevas el bolso repleto de los “…por si…”, cargada como una mula, con manchas de naturaleza diversa en tu bonito vestido de playa y con arena hasta las orejas. Pero siempre te encuentras con alguna que no es así: divina, peinada, vestida a la última (y sin manchas) y con hijos preciosos y educados. Qué le vamos a hacer!!! Como es una cosa que no puedes cambiar, deja las odiosas comparaciones y disfruta: rebózate cual boquerón  en la arena, juega con los niños a las bolas de barro y llénate de berretes de sandía. Si no puedes luchar contra el enemigo, únete a él.

Gisele Bundchen, la mamá más divina del planeta



Bueno, este lo perdonamos….jajaja. Un revolcón es una de las cosas más sanas que hay y ahora con el calorcito, el relax vacacional y el disponer de más tiempo, apetece más. Un pecadillo tan poco es tan malo ¿No? Y como bien sabemos, no hay nadie libre de pecado.... FELICES VACACIONES!!!!!!!! No pequéis en exceso.

Jamie Dornan para Calvin Klein.


 Imágenes Vía: Pinterest y We Heart It

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